Comenzó con un socavón y ahora es una obra enorme frente a la escuela Avellaneda
Lo que comenzó hace una semana con la apertura de un socavón que preocupó a las autoridades de la Escuela Técnica N° 478 “Dr. Nicolás Avellaneda” (Calcena 955) ahora es una obra de grandes dimensiones que afecta la circulación por calle Laprida.
La empresa Aguas Santafesinas (Assa) definió realizar directamente la renovación del colector cloacal en lugar de hacer una reparación más simple y se están cambiando 60 metros de cañería.
Por la escuela pasan alrededor de 800 estudiantes de secundaria divididos en los tres turnos. El hundimiento comenzó con la intensa lluvia del lunes de la semana pasada y se agravó rápidamente. “Se abrió un socavón en la vereda y después, ya a media mañana, fue más profundo. Ahí ya se veía el caño roto y el agua que pasaba”, contó el director de la EETP Avellaneda, Fernando Mascherpa.
Pese a la situación, las clases no se vieron interrumpidas. “Nosotros usamos más la entrada por calle Calcena, y tenemos otras también, así que no nos afectó directamente el ingreso. Lo que sí, nos preocupó mucho porque es una calle muy transitada y hay muchos chicos que salen a la plaza. Teníamos miedo de que alguno se cayera”, explicó el director.
Apenas dieron el aviso correspondiente, se acercó tanto personal del municipio como del Ministerio de Educación y de Assa a hacer la evaluación. Ahora ya hace unos días que están trabajando en el lugar y no tuvieron que suspenderse las actividades escolares. Sí se ve afectado el tránsito y la circulación de la Línea 16 de colectivos.
Desde Assa informaron que el daño se produjo en la salida de una cámara de un conducto cloacal importante, de más de un metro de diámetro y 4 metros de profundidad.
“Ante el hundimiento que se había producido se decidió, en lugar de reparar, directamente renovar por completo el tramo del colector existente entre la vereda de la escuela Avellaneda hacia otra boca de registro que está sobre Pasaje Gutiérrez”, detalló Germán Nessier, vocero de la empresa.
Se estima que esta semana se completará la totalidad de la colocación de caños y el sábado pasado ya se hizo la compactación en el cruce de calle Laprida al 4900.
“Luego se empezará con la reconstrucción del pavimento de hormigón allí y después restarán las tareas de tapar las cañerías hasta la boca de registro receptora, que está 60 metros aguas abajo de donde se produjo el hundimiento”, amplió. Y añadió que la obra demanda una inversión “cercana a los 100 millones de pesos”.
Por su parte, el director recordó que la situación no es nueva y que ya en 2021 y 2022 se habían producido socavones similares en el entorno del establecimiento. “En esa zona ya se había hecho una cámara nueva, pero ahora, justo al lado, se empezó a romper otra vez. Me dijeron que los mismos gases que despide la cloaca revientan los caños viejos, que serían cerámicos, muy antiguos”, agregó Mascherpa.