Colón tuvo a Negro en el infierno rojo de Santiago
Practicidad, contundencia, aprovechamiento de lo poco que se generó. Con esos atributos, Colón se llevó tres puntos muy cotizables de Santiago del Estero, en las condiciones infrahumanas en las que se jugó el partido. No es poco. El equipo tiene orden, brinda seguridad defensiva y con eso le alcanzó para ganar. No hay mucho para rescatar desde lo futbolístico. Le falta, pero en ese “mientras tanto” llega el mejor fútbol, los resultados se le están dando.
Fue todo muy parejo, forzado por las condiciones inhumanas en las que se jugó el partido, con poco ritmo y escasas situaciones. Mitre tuvo un jugador en el que hizo girar su fútbol (Santiago Rosales), que se despegó de los centrales (Colón marcó con línea de cinco) y encontró espacios a las espaldas de Forneris y Talpone. Dos o tres veces lo hizo revolcar a Marcos Díaz, sobre todo con los remates del zurdo Lucas Ríos. Pero no mucho más que eso.
El Pata Pereyra metió línea de cinco, con Facundo Sánchez y Castet replegándose cuando el equipo perdía la pelota y tres marcadores centrales (Thaller, Ortiz y Negro), lo cual hizo que Colón tuviera una solidez que le permitió mantener el arco en cero sin demasiados sobresaltos, en ese primer tiempo, a no ser los remates ya descriptos de Ríos que hicieron revolcar al arquero sabalero.